Gracias a los beneficios que se pueden conseguir con el solid surface, resulta casi imprescindible su presencia en los baños, ya sea como lavabos, platos de ducha, bañeras y muebles entre otros accesorios, gracias a sus propiedades higiénicas, que impide la acumulación de suciedad y el desarrollo de hongos y bacterias, siendo expresamente el más demandado en los centros sanitarios.